Noviembre
empieza
muy
mal,
en
cuanto
a
noticias
que
nos
toquen
el
bolsillo
se
refiere,
el
Ayuntamiento
ha
vuelto
a
aprobar
una
subida
de
impuestos
y
tasas,
(sin
la
presencia
del
concejal-empresario
encargado
del
mismo,
Manuel
Palma),
subiendo
entre
otros,
el
Impuesto
de
Circulación,
el
único
común
a
todos
los
vecinos
que
faltaba
en
la
lista
de
las
subidas.
Y
mientras
tanto
parece
que
no
se
preocupa
en
conseguir
que
vengan
cuanto
antes
a
realizar
una
revisión
catastral
para
pagar
menos
IBI,
cuando
actualmente
se
están
vendiendo
los
pisos
prácticamente
por
el
valor
catastral
de
la
última
revisión
solicitada
por
el
propio
Ayuntamiento,
eso
si,
gobernado
por
con
otro
color
político.
Haciendo
caso
omiso
a
los
partidos
de
la
oposición
y
asociaciones
de
vecinos
que
piden
que
se
baje
el
coeficiente
del
cálculo
del
impuesto
para
poder
compensar
tan
alto
valor
catastral.
El
resultado
de
todas
esta
política
recaudatoria
es
cuadrar
un
presupuesto
en
el
que
haya
superávit
o al
menos
se
intente
que
no
hayan
perdidas,
como
siempre
a
costa
de
los
vecinos
de a
pie,
mientras
que
lo
que
han
provocado
esta
situación
siguen
tan
campantes
y
los
"otros"
se
aprovechan
de
la
misma,
llenándose
los
bolsillos
explotando
a
los
trabajadores
que
han
visto
como
sus
condiciones
laborales
se
han
retraído
a
épocas
que
ya
no
se
recordaban.
Y
parece
que
en
todos
los
ámbitos
nos
resignamos
a
que
sea
así,
a
que
ganen
los
de
siempre
y
perdamos
los
mismos.