Septiembre finalizó convulso con el corte de la calle Mayor y la plaza Ingeniero
Castells, con una gran manifestación de los vecinos expresando su malestar. Algo
que no se veía desde el 2013 en el que los impuestos ahogaban a los vecinos de
Paterna Ahora una decisión del Ayuntamiento de convertir una Zona de Bajas
Emisiones (ZBE) en peatonal, sin ejecutar antes servicios y alternativas viales,
ha vuelto a unir a los ciudadanos para pedir que se les oiga y pongan soluciones
al desastre vial que se ha hecho, sobre todo para los vecinos de Centro y
Campamento.
Ya han aparecido cuentas en redes sociales de dudosa procedencia, que están
intentando manipular la situación y convertirla en política, pero los vecinos
siguen pidiendo soluciones.
Esta protesta no es política, cuando un pueblo se manifiesta sobre un tema
concreto, no hay que intentar desprestigiar a ninguno de los ciudadanos que
expresan así su malestar. Lo mismo ocurrió en 2013, entonces gobernaba otro
color, dos años después, perdió las elecciones. Sería una lastima que volviera a
pasar igual ahora, finalizar un gobierno, que ha estado cargado de éxitos, de
esta forma.
Ahora mismo, sin querer crear un bulo, sino expresar un realidad matemática, los
mismos coches que pasaban por la zona peatonalizada, estamos dando rodeos a poco
mas de 300 metros de la ZBE, soltando más dióxido de carbono, porque recorremos
más distancia. Para deducir esto, únicamente hace falta realizar unos cálculos
básicos, con los recorridos.
El ayuntamiento tiene que escuchar y solucionar los problemas de los
vecinos y si es necesario dar marcha atrás, hasta que las infraestructuras
permitan peatonalizar, si realmente es preciso, una calle y una plaza, que
han unido todos los barrios de forma directa, que tienen sus aceras por donde ir
los ciudadanos y que nadie ha pedido que se hagan peatonales.