Paterna despierta después de los gravísimos incidentes de la noche del sábado

El municipio de Paterna despierta de la pesadilla que sufrió el último fin de semana del mes de octubre, intentando volver a la normalidad de la vida cotidiana.

Un corresponsal de este diario pudo sobrevivir al infiltrarse entre ellos por las calles de la Villa y nos ha traído una crónica de lo sucedido.

Los incidentes ya empezaron el viernes cuando se detectaron algunos focos aislados de la locura colectiva que protagonizaron algunos ciudadanos de Paterna. En La Canyada y mas concretamente en La Vallesa un grupo de jóvenes comprometidos comenzaron de forma improvisada a realizar música en medio de relatos de terror que ya hacía presagiar que algo iba a ocurrir ese fin de semana. En otros puntos se pudieron escuchar gritos de terror mientras que muchas personas movían sus esqueletos al ritmo de la música y bebían extrañas pócimas.

El momento más álgido de los incidentes fue la tarde del sábado en dos puntos concreto del casco urbano, la plaza donde se encuentran los juzgados y el parque de la Torre. Allí empezaron a concentrarse brujas, demonios, muertos vivientes, hadas..., montando un campamento que hizo desaparecer al resto de la población de Paterna que acudía incrédulos a verlos.

En la plaza improvisaron distintos puestos donde los niños que acudían salían transformados y algunos de ellos poseídos por extraños bailes que realizaban en un escenario. Máquinas de tortura y muerte llenaban de cadáveres el gran cementerio ubicado allí, para luego vaciar sus tumbas con los ritos satánicos y convertirse en muertos vivientes que reclutaban mas víctimas para su ejército malvado y se esparcían por toda Paterna. Los locales de restauración de la zona se transformaron dando todo tipo de bebidas y comidas de miedo.

En las cercanías del monumento mas emblemático del pueblo, la Torre, al atardecer, con la caída del sol, acudían en masa los mas pequeños transformados, pronunciando las palabras mágicas, trato o truco, para conseguir alguno de los dulces que se repartían por la zona, poco antes de ponerse a brincar en los grandes castillos e incluso cenar en la zona. Los mayores que los acompañaban, como hipnotizados por una fuerza demoniaca comenzaron a formar una gran cola humana con dirección a la estructura del cohetódromo, que los seres habían transformado en un lugar de horror, muerte y pólvora. Tal era la atracción que producía que la longitud de la misma llegó ser de mas doscientos metros, donde se agolparon mas de mil personas para acceder al recinto, aun a sabiendas que, posiblemente, no volvería a salir con el mismo aspecto.

 Exorcismos, vampiros, calabazas, demonios, muertos vivientes, brujas, asesinos despiadados..., se dieron cita en Paterna en la noche de Halloween.

Pasada la media noche ambas posiciones fueron abandonadas por los seres para recogerse en la zona oscura. Un local de ocio de la zona, tuvo que sacar a alguno de ellos fuera del local y colocarlos en ataúdes en su puerta.

Nuestro reportero pudo conseguir algunas instantáneas y hacérnoslas llegar antes de que lo descubrieran, las mismas se pueden ver en nuestro Álbum fotográfico