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Tu diario digital de Paterna |
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9 de febrero de 2011 |
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Entrevista al Cántaro Múdejar de Novia de Paterna por el Museo de Cerámica Hace 750 años nació en Paterna, Cántaro Mudéjar de Novia. Su padre era maestro alfarero de reconocido prestigio. Su madre una arcilla de las riberas del Turia. Vivió en las Ollerías Menores (actual plaza del mismo nombre) antes del accidente que lo mantuvo apartado de la luz durante 733 años. Desde hace 17 años ha sido acogido y mimado por los profesionales del Museo de Paterna. Arqueólogos, restauradores y dibujantes le han devuelto parte del esplendor de su juventud. Durante estos últimos años ha convivido en el museo con Don Plato Verde Manganeso, Doña Escudilla Azul Cobalto, Vidrio Pozo Ciego y la joven Lámpara Dorada, de sólo 550 años y de quién está secretamente enamorado.
Acaba de llegar de Zaragoza, de una reunión familiar de “Arte Mudéjar, el legado Andalusí en España”. Entrevista realizada por el Museo Municipal de Cerámica de Paterna. PREGUNTA: Bienvenido a casa, ¿qué tal el viaje? CÁNTARO MUDEJAR: Muy bien. Todavía un poco mareado por el transporte. La caja en que me empaquetaron era un poco estrecha y he pasado un poco de frío, pero me sentía muy seguro. PREGUNTA: Y la experiencia en Zaragoza, ¿enriquecedora? CÁNTARO MUDEJAR: Muchísimo. He podido encontrarme con otros muchos compañeros de mi época, aunque he de decir que yo era probablemente el mas bello. Allí me encontré con mi primo Plato Faisán Pez, que nació en Paterna, pero que ya lleva un tiempo viviendo en Barcelona. Hice nuevos amigos, conocí a Azulejo Armas Aragón y a Cuenco Alhambra Granada. Me he divertido mucho. PREGUNTA: ¿Cómo fue tu infancia? CÁNTARO MUDEJAR: Un tanto compleja. Al nacer pasé de las manos de un joven aventurero a una novia celosa, que no dudo en pagar sus sentimientos conmigo. Me rompió. PREGUNTA: ¿Contento de volver a casa? CÁNTARO MUDEJAR: He pasado más de tres meses fuera, me fui en Octubre y he regresado a mitad de Enero de 2011; ya echaba de menos mi lugar en el Museo de Paterna, sobre todo los cuidados de mi restauradora y mi conserje, que tanto velan por mí. Con 750 años necesito cuidados muy especiales. Realmente comenzaba a sentir nostalgia, y a echar de menos los brillos de Lampara Dorada. Aunque estos tres meses rodeado de familiares de aquella época en la que Paterna era una de las capitales cerámicas del mundo, han sido fantásticos. PREGUNTA: De nuevo bienvenido a Paterna y gracias. CÁNTARO MUDEJAR: Encantado de volver a presentarme ante los vecinos y vecinas de Paterna para lucir mi belleza y mis secretas formas. ¿Quieres verlo? Acude al Museo Municipal de Cerámica de Paterna
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