Reorganizan la actividad presencial en los centros de salud y especialidades
El sistema valenciano de salud
camina hacia la nueva normalidad con una hoja de ruta que, entre otras
medidas, combina atención sanitaria presencial y telefónica, distribuye las
jornadas de trabajo entre mañana y tarde o agrupa pruebas médicas.
Todo con el objetivo de optimizar la asistencia, evitar a la ciudadanía
desplazamientos innecesarios y prevenir masificaciones en los centros de
salud que comprometan la seguridad de profesionales y pacientes.
Con la pandemia, la atención en los centros sanitarios se ha ido adaptando a
las medidas preventivas necesarias para proteger a trabajadores y
trabajadora, así como a la ciudadanía, y al mismo tiempo garantizar la
asistencia de la forma más adecuada.
El respeto a esas recomendaciones, así como el esfuerzo de profesionales y
ciudadanía han cristalizado en la mejora de la situación epidemiológica y
toca desescalar.
Según ha manifestado la consellera de Sanidad, Ana Barceló "ahora que el
sistema sanitario valenciano va avanzando hacia una nueva normalidad y no
tenemos esa presión asistencial, tanto en los centros de salud como en los
centros hospitalarios, vamos a una nueva reorganización interna para poder
llevar a cabo la atención a todos los pacientes".
En este sentido, ha indicado que "vamos a combinar la atención telefónica
con la presencial, y a abrir los centros de salud por la tarde y por la
mañana, para facilitar a la ciudadanía que pueda ser atendida".
El objetivo es triple: prestar una adecuada atención a pacientes afectados
por la COVID-19 y a pacientes no afectados por esta enfermedad en circuitos
diferenciados; favorecer la accesibilidad de la ciudadanía a la Atención
Primaria y simplificar las tareas burocráticas para aliviar la carga de
trabajo que afronta este nivel asistencial, que en la nueva normalidad suma
a su actividad ordinaria la detección y seguimiento eficientes de casos de
coronavirus, así como la vigilancia de contactos.
Los cambios en las prácticas profesionales modificarán también la relación
del personal de Medicina de Familia, Enfermería y Pediatría con los
pacientes porque se combinarán atención telefónica, presencial, domiciliaria
y administrativa. La primera, la atención telefónica, se utilizará
preferentemente, para seguimientos o segundas visitas que no revistan
gravedad.
Además, las jornadas de trabajo se distribuirán entre mañana y tarde para
evitar aglomeraciones y, siempre que sea posible, se procurará agrupar
pruebas para atender al/la paciente en una única visita.
Consulta
al especialista sin pasar por Medicina de Familia
Por otra parte, y con el objetivo
de desburocratizar la Atención Primaria, la visita al especialista ya no
pasará necesariamente por Medicina de Familia. Así, las visitas canceladas o
demoradas en Atención Especializada con motivo de la pandemia se están
reprogramando sin que la persona tenga que acudir al centro de salud para
pedir un nuevo volante. Lo mismo ocurre con los seguimientos anuales de las
patologías.
Además, quienes sean atendidos en urgencias y precisen un seguimiento
ambulatorio serán dados de alta con ese destino, sin tener que pasar por
Medicina de Familia. La derivación entre especialidades también será
directa, sin utilizar la Atención Primaria como intermediaria.
Por otra parte, el médico de familia sólo realizará informes de salud, pero
no otros certificados que se pueden y deben hacer en centros de
reconocimiento.
Además, Sanidad ha previsto una serie de medidas para mejorar el acceso de
la ciudadanía a los centros de salud. Así, para conseguir cita previa se
valorará la posibilidad de habilitar una central de recuperación de llamadas
cuando la demanda telefónica sea excesiva. Esta herramienta reforzaría las
existentes: cita previa en el mostrador, llamando al centro de salud, a
través de la APP GVA+Salut,
la
web o el teléfono adicional 961 839
000.
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