La Canyada expone la variedad botánica de les Moles, clave para su
inclusión en el Parc Natural
La exposición fotográfica se compone de 30 imágenes de plantas presentes
en el paraje de les Moles de Paterna, recientemente incluido en el
ámbito del Parc natural del Túria.
El Centro Social de la Canyada acoge este viernes una exposición sobre
la variedad botánica de les Moles. El día de la inauguración, se
realizará un debate que contará con la presencia de Toni Ballester,
director del Parc Natural del Túria; Pedro Pablo Ferrer-Gallego del
Servei de Vida Silvestre del CIEF (UV); Enrique Murgui, ornitólogo i
Aurelio Peña, biólogo y coautor de La Flora Vascular del Parc Natural
del Túria. El debate estará moderado por Nieves Prat, presidenta de la
Junta Rectora del Parc Natural del Túria.
La exposición pone de manifiesto la diversidad botánica de les Moles, 19
de las cuales son endémicas y una de ellas (Teucrium edetanum) presente
en el listado de plantas con algún grado de protección, editado por la
Generalitat Valenciana. Es una especie de área muy restringida, inmersa
en un territorio repleto de infraestructuras viales y con presión
urbanística, circunstancias que pueden llevar a la especie a su
extinción, ya que las mejores y más abundantes poblaciones de esta
especie se encuentran en les Moles de Paterna.
Todas las especies endémicas son propias y exclusivas del Sudeste
Ibérico. Es decir, están aquí y en ningún otro lugar del Mundo según los
datos disponibles en los Bancos de Biodiversidad del planeta. Abundan en
el área en cuestión pero son de distribución muy reducida, de tal forma
que fuera de esa área ya no existen.
La explicación de esta abundancia en especies endémicas, raras o con
algún grado de protección es diversa. Por un lado, explica el biólogo
Aurelio Peña, “tenemos un clima semiárido, un barranco que cruza el
territorio, suelos arenosos y margosos, pinos de repoblación, y cultivos
de secano históricos , de olivos y algarrobos. Todo ello conforma una
gran biodiversidad vegetal, también de fauna, a veces imperceptible,
otras veces desdeñada por ser de secano, o conformada por especies que
son muy abundantes en el área pero no fuera de ella”.
Para Peña, los usos del territorio, en este caso, como campo de tiro y
maniobras del Ministerio de Defensa, con acceso prohibido a todo tipo de
vehículos y personal no militar influyó en la conservación de especies
que, en condiciones normales, probablemente se hubieran perdido.
“Parece un contrasentido, pero este mismo efecto se puede apreciar en
otros lugares que fueron campos de tiro militares y debido a las
restricciones de entrada en ellos han conservado gran parte de sus
valores naturales, de fauna y flora. El ejemplo clásico es el Parque
nacional de Cabañeros, salvando las comparaciones y el tamaño del
territorio”.
Los valores ecológicos tan diversos hacen posible que prosperen especies
adaptadas a unas condiciones de clima semiárido, además de los suelos
arenosos y rocosos, en ciertos sectores.
Esta diversidad, la presencia de especies botánicas endémicas en peligro
de extinción, la diversidad también de fauna como tejones, zorros,
ginetas y multitud de aves estacionarias provocó la protección del
paraje y su inclusión en el Parc Natural del Túria. Una diversidad que
Aurelio Peña como Enrique Murgui, pretenden poner de manifiesto con la
exposición.
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