Con
el
comienzo
de
año
también
lo
hacen
algunas
de
las
obras
prometidas
en
los
barrios
de
Paterna
y la
actividad
política
después
del
pleno
de
enero
está
convulsa,
jugando
mas
a la
democracia
ante
la
falta
de
mayoría
absoluta
y
atendiendo
a
las
peticiones
vecinales
en
la
manera
que
se
puede,
haciéndoles
participes
de
algunas
decisiones
sobre
ellas.
Después
de
los
años
de
crisis
y
sequía
económica
cuesta
mucho
levantarse,
a
pesar
de
los
anuncios
a
bombo
y
platillo
de
muchos
millones
de
superávit,
seguimos
sin
presupuesto
municipal
para
el
2016
en
el
que
se
inviertan
todos
esos
millones.
Pero
todos
los
partidos,
sin
el
PSOE,
de
momento,
están
negociando
uno,
que
tenga
consenso,
esperemos
que
para
los
vecinos
y
que
lleve
a
Paterna
a
conseguir
sus
objetivos.
El
de
los
vecinos
es
pagar
menos
impuestos,
después
de
tantas
subidas.