Pues se terminó el mes de
agosto y con él las vacaciones para muchos,
incluidos los políticos que tienen que afrontar un
mes de septiembre donde, aunque todavía quedan
fiestas por celebrar en Paterna, la realidad de la
economía municipal va a aflorar de nuevo a la
palestra en forma de la falta de obras y servicios
que debería estar terminados o empezados, y ni una
cosa ni otra.
Las vallas anunciando las
inversiones se intentan llenar de las pegatinas
negras en todos los barrios, o en casi todos, porque
hay alguno que hace tiempo que no tiene valla, igual
que se quedó sin la Instalación Deportiva Elemental
que disfrutan el resto de sus vecinos.
Proyectos que no terminan de
cuajar, vendidos al principio de la legislatura
popular, van a necesitar mucho mas que ajustes en
los sueldos, que se tenían que haber realizado
entonces, aunque con el aumento de personal en el
Ayuntamiento y su empresa municipal, ahora se note
mucho mas.